Creo que no es necesario casarse con una visión. Para algunos grupos taxonómicos ha resultado mejor la síntesis, y para otros la separación.
Tradicionalmente, en Europa tienen la tendencia a ser splitters, porque hacen todo el trabajo desde casa y pocas personas vienen a ver las plantas en campo, y las que vienen tienden a creer que descubren una nueva en cada viaje.
Pero también es cierto que si bien la tendencia actual es la puesta en boga por Hunt, esto no deja de ser su personal interpretación de los datos. Por que las nuevas técnicas ayudan a esclarecer las relaciones filogenéticas entre los taxones, pero la interpretación de los datos no deja de ser una cuestión personal y por lo mismo siempre contendrá un sesgo.
La interpretación de Backeberg pasó a la historia no por ser "aficionado", sino porque más tarde se fueron comprendiendo mejor las relaciones y se fue reinterpretando el conocimiento. Él simplemente trabajó con la información disponible en su época y según su visión personal. La gente tiende a asociar la palabra "horticultor" con "aficionado", pero de aficionado en ese sentido no tenía nada. Lo mismo pasó con las interpretaciones de Britton y Rose, de la Dra. Bravo o incluso con parte del trabajo de Pilbeam.
El concepto, erróneo desde mi perspectiva, de una "profesionalidad" en el estudio de las cactáceas es bastante reciente. Es hasta hace un par de décadas que algunos biólogos principalmente se dedican de lleno a su estudio, si bien siempre los ha habido. Pero el grueso de la taxonomía la hacían, y la siguen haciendo, numerosas personas que se dedican a un sin fin de otras actividades en su vida profesional. Una profesión es una actividad que uno realiza para obtener un ingreso; pero en este caso aplica para el nivel de profundidad con el que uno estudia una materia. Para eso no es necesario ningún título, sino ánimos de adentrarse a fondo en el conocimiento.
Respecto al nombre que reciben los cultivares es en efecto producto de puntadas por lo general, y es válido. Los nombres latinos se reservan para taxones cuya combinación se da más o menos de forma natural. En el caso de un supuesto híbrido en L. diffusa y L. williamsii no se trataría de un cultivar, sino precisamente de un híbrido, que si bien no se daría en campo pues las especies se encuentran bastante separadas, sería posible en entorno de cultivo, anque esto último no me consta.
El caso de los cultivares es similar al de las razas de perros. Son ejemplares que han sido seleccionados por alguna característica peculiar mediante el proceso de recruza de ejemplares con caracteres deseables y descarte de ejemplares con características no deseadas. Si tú aislaras en cultivo un híbrido de esa naturaleza, y que constantemente en cada experiencia alucinatoria te remitiera a Pink Floyd, entonces bien podrías llamarlo así. Pero siempre con mayúscula inicial y por lo general entre comillas. Si se están empleado cursivas para el nombre latino, el nombre del cultivar no va en cursivas.
Véase el caso de Lithops julii subsp. julii cv. 'Hot Lips':
Saludos!